domingo, 28 de septiembre de 2014

Sin Haberle Visto

Después de mucho tiempo sin publicar algo y plantearme en muchas ocasiones volver a escribir sobre algunos de mis pensamientos y reflexiones, voy a citar algo que leí y realmente me llego. Tal ves, porque meses antes de leerlo, me encontraba meditando en el mandamiento mas importante, amar a Dios con todo tu ser. Si lo llegas a leer, espero que sea de bendición.
“Y amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente y con todas tus fuerzas. Este es el principal mandamiento”. Marcos 12:30 
Este es parte de un dialogo que Jesús tiene con unos hombres que le están preguntando acerca del mandamiento más importante. Jesús les responde claramente, que su prioridad debe ser amar a Dios con todo lo que se pueda amar humanamente.
Si bien es cierto que Jesús nos anima a ayudar a los necesitados, cuidar de las viudas y los huérfanos, visitar a quienes están en la cárcel y amar al prójimo, también debemos tener en cuenta que a nada de esto el Maestro le da la importancia como amar a Dios.
La pregunta que resulta entonces es ¿Será realmente posible amar a alguien a quien nunca hemos visto? Y la respuesta sencillamente es si. Para probar este punto, podríamos mirar el caso de una madre ciega quien jamás ha visto a sus hijos, y preguntarle si su ceguera le ha impedido amarles como cualquier otra mujer que ha tenido la capacidad de hacerlo.
Lo que definitivamente, resulta imposible es amar a quien no conocemos. Es imposible tener tal sentimiento por una persona con quien no disfrutamos de una estrecha relación. Podríamos deducir que nuestra dificultad para amar a Dios como El lo desea, no radica en nuestra imposibilidad de verlo; sino en lo poco que le conocemos. Si has tenido problemas en tu intento de amar a Dios, no es porque no le has visto sino porque no le has conocido al nivel que necesitas conocerlo.
Una vez que te esfuerzas en tener comunión con Dios, podrás conocer lo que El desea, lo que le gusta, lo que no, su corazón, anhelos y deseos y entonces podrás enamorarte de Él, porque conoces su amor, misericordia, gracia y perdón; solo por nombrar unas de las tantas características que nos llevan a enamorarnos de Él.
La única forma de cumplir con el mandamiento más importante que Jesús les dio a sus discípulos y a todos los que desean acercarse a Él, es disfrutando de una intimidad y una relación tan cercana que el amor llega como un resultado natural de ésta.
Hoy Dios quiere conquistar tu corazón y te invita a que le conozcas íntimamente, ¿Estás dispuesto? 
Juan 20:29 “Porque has visto, has creído -le dijo Jesús-; dichosos los que no han visto y sin embargo creen”.


Dilean Canas. Plan de Lectura Conexión Vertical. Youversion.